Elogio del vacío.

 

Llevo varios días sacando fotos de las estanterías vaciándose poco a poco. Temo ser cansina y aburrida con esto que se va convirtiendo en un ritual. Son documentos de un proceso que no por esperado deja de ser doloroso, (os aseguro que algunos libros duelen, y mucho), pero también, lo reconozco, tremendamente liberador. Enfrentarse al  vértigo que da el desprenderse de algo que ha sido en gran medida mi razón de ser estos últimos diez años es una terapia…o un exorcismo.

 

Por fin ha llegado el momento del vacío, apenas unas cajas más,  y me atrevo a recordar a Chillida elogiando al mismo, pensando que no es un espacio baldío, y sí un espacio de creación para construir algo nuevo. El vacío, que de manera torpe y vana intento rellenar sacando estas fotografías, es (será) el hueco creado para otros encuentros y otras emociones.

 

 

Brillando en la ausencia (Shining in absence), se llama el libro editado por Erik Kessels , gran acumulador, con Francesca Serravalle. En el se muestran álbumes de fotografías despojados de ellas, huellas de vidas e historias, un vacío terriblemente bello y elocuente. Recojo la simbologia para mi «vaciado» álbum, antes desbordante hasta la asfixia . El bello vacio que queda es un espacio de memoria, no un recuerdo triste y nostálgico.

 

 

Aspiro desde hoy a un viaje mas ligero, aunque no menos intenso. Disfrutar del aire contenido en el vacío es mi antídoto a la melancolía.

Seguiré siempre de muy cerca el contenido que lo llenaba, no lo abandono ! Su nueva vida en otras estanterías será a bien seguro mucho mas emocionante y enriquecedora que hasta ahora. Muy pronto habrá aquí noticias de las etapas que le esperan en San Telmo, muy ilusionantes para mi y espero para todos vosotros.

Mientras, menos libros pero mas espacio para la ilusión. Nos vemos pronto.